EL AYUNTAMIENTO DE BUENAVISTA DEL NORTE COLABORA CON LA RED CANARIA DE SEMILLAS PARA LA RECUPERACIÓN DE LA LENTEJA MENUDA DE TENO ALTO Y EL CHÍCHARO DE LAS PORTELAS.
La Red Canaria de Semillas termina con el peligro de desaparición de dos variedades tradicionales de Teno Alto, el chícharo y la lenteja menuda.
El pasado 20 de junio, la Red Canaria de Semillas, cosechó la plantación de lenteja menuda y chícharo de Teno, en una parcela que ronda los 700 metros cuadrados, destinada a la recuperación de variedades locales de Buenavista del Norte.
El Ayuntamiento de Buenavista del Norte, trabaja estrechamente con La Red Canaria de Semillas, colectivo que tiene como objetivo, la recuperación de variedades locales y ayudar en su integración en cultivos, así como proveer al sector primario de semillas ecológicas.
La cosecha de lentejas y chícharos, se realizó el pasado 20 de junio, siguiendo las labores tradicionales de los agricultores de la zona. Tras arrancar las matas, se procedió a la trilla en la era de Los Pedregales. Una vez majadas y paleadas, las vainas se desgranan para obtener el fruto. Con la ayuda del aire y varias cernideras, se separa el fruto del resto. De estas minúsculas vainas, se obtienen dos únicas lentejas.
La cosecha, que aún no se ha terminado de cernir, se considera todo un éxito para el banco de semillas, ya que se supera los 15 kilos de recolección frente a los 800 gramos que se sembraron en Buenavista.
Las semillas, históricamente, han sido la base de la agricultura en sus 10.000 años de existencia, no obstante, la mayoría de los agricultores ha perdido la costumbre, y con ella el poder, de producir sus propias semillas.
El hecho de cultivar y recolectar la cosecha en Buenavista del Norte de Lenteja menuda y chícharo, colabora con la concienciación de consumidores/as y agricultores/as de la necesidad de recuperar el patrimonio genético agrícola para asegurar la calidad y la soberanía alimentaria.
El Ayuntamiento de Buenavista propone la recuperación de sus cultivos históricos y contribuir con ello al enriquecimiento de la gastronomía obteniendo productos únicos, de matices y sabores que se alejan de lo estandarizado debido a la uniformidad de la producción, al mismo tiempo que el paisaje aumenta también su riqueza visual al contar con cultivos de colores tan característicos y llamativos que prestan colores de tonalidades sugerentes que van desde el blanco al celeste o malva.
Con los kilos obtenidos tras el cultivo en Buenavista del Norte, se reduce notablemente el peligro de desaparición de dos variedades tradicionales de la isla, y alienta la producción y recuperación de los cultivos tradicionales.